Estos trastornos se caracterizan por un rendimiento académico sustancialmente por debajo del esperado dada la edad cronológica del niño/a, la medida de su inteligencia y una enseñanza apropiada a su edad.
Los trastornos específicos incluidos en este apartado son: trastorno de la lectura, trastorno del cálculo, trastorno de la expresión escrita y trastorno del aprendizaje no especificado.
Se trata de trastornos cuyo tratamiento requiere un diagnóstico ajustado y la colaboración de la familia y la escuela con el/la terapeuta.
No existe una definición universalmente aceptada de lo que son las Altas Capacidades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una persona es “superdotada” cuando su Cociente Intelectual es igual o superior a 130. Sin embargo, los test de inteligencia no son exactos y hoy en día los especialistas en el diagnóstico de la Alta Capacidad no tienen en cuenta únicamente este dato, ya que no creen que exista un punto de corte igual para todos. Por eso, valoran esta medida (el CI) como un indicador más, dando lugar a una evaluación multi-dimensional (no sólo psicométrica), que tiene en cuenta otros indicadores cuantitativos y cualitativos como son la creatividad, el estilo de aprendizaje, el desarrollo evolutivo y otras características propias de la alta capacidad.
El acoso es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico que se da entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Síntomas para detectar un posible acoso:
- Llega a casa con ropa deteriorada, falta de material, heridas …
- Buscar excusas para no ir a la escuela.
- Evita la relación con sus compañeros/as.
- No quiere ir a fiestas de cumpleaños, excursiones, salidas escolares …
- Se aísla en su habitación.
- Llora con facilidad sin motivo aparente.
- Tiene vómitos y náuseas por la mañana.
- Nos dice que «no valemos para nada».
- Se muerde las uñas.
- Tiene miedo de ir a la escuela.
- Está nervioso/a e intranquilo/a.
- Relata situaciones de acoso que le han pasado a otro/a niño/a.
- Se preocupa en exceso por su seguridad o por la de los miembros de su familia.
- No quiere ir a clase de gimnasia.
- Tiene ataques de rabia desproporcionados.
- No puede contar lo que le pasa ni nombrar a su agresor.
- Tiene la sensación de peligro inminente.
- Tiene ansiedad o angustia y no puede concentrarse.
- Habla de «quitarse de en medio» para resolver todo.
- Le preocupa ser acusado/a falsamente.
Es un proceso de ayuda y acompañamiento, a partir del conocimiento de la persona a nivel intelectual y personal, con el objetivo de potenciar su pleno desarrollo y sus capacidades, con aceptación de sus limitaciones. De esta manera aumentará su satisfacción presente y futura.