La experiencia personal cotidiana nos indica que pasamos gran parte de nuestro tiempo en alguna forma de interacción social, ya sea en pareja, grupos, al trabajo, a un curso, etc. Por otro lado, tenemos la experiencia de que las relaciones sociales positivas son una de las fuentes más poderosas de bienestar personal y autoestima.
Al mismo tiempo, comprobamos que la competencia social de un sujeto, tiene una contribución importante en su competencia personal, ya que hoy en día el éxito personal y social parece estar más relacionado con la sociabilidad y las habilidades interpersonales del sujeto que con sus habilidades intelectuales.
Así pues, es importante tener una buena competencia social y estrategias de solución de problemas, ya que estas nos aportarán tanto bienestar personal como competencia social.