Picología Sanitaria Adultos: Depresión y Duelo

Contenido del acordeón

Gran parte de la población tendrá, en algún momento de la vida, síntomas de depresión que pueden afectar a su vida.

La depresión puede presentarse de diversas maneras y la sintomatología varía según las personas. Se caracteriza por cambios de humor, sensación de tristeza, falta de capacidad de disfrutar de sus actividades habituales y apatía emocional. En ocasiones va asociado a un aumento de la ansiedad y de la irritabilidad.

La concentración y la capacidad de tomar decisiones o recordar puede estar alterada. Las personas con depresión suelen ser pesimistas. Pueden darse alteraciones del sueño, de ingesta y del deseo sexual. A menudo sufren pensamientos negativos y pueden aparecer dolores musculares, cansancio y lentitud de pensamiento.

La depresión puede ir desde síntomas leves hasta una grave enfermedad que le impida realizar sus actividades cotidianas.

Las causas para la depresión pueden ser diversas: biológicas, genéticas, de aprendizaje o ambientales y pueden actuar conjuntamente. En función de las diversas etiologías, los tratamientos pueden ser diversos.

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El duelo es un dolor que se experimenta por la pérdida significativa como la de un ser querido. Puede ser debida a la muerte de una persona cercana o por cualquier tipo de pérdida.

Es una acumulación de sentimientos que se deben afrontar. Durante el proceso del duelo experimentan varias etapas y emociones.
Los sentimientos que las personas tienen son similares, pero no necesariamente se dan en los mismos periodos ni con la misma intensidad.

Inicialmente, tras la pérdida de un ser cercano normalmente se sufren una especie de aturdimiento, este sentimiento de irrealidad se puede transformar en un problema si dura demasiado.

Esta sensación de desconcierto puede ser reemplazada por un fuerte sentimiento de agitación por la pérdida.
Puede darse sentimiento de culpa y en ocasiones puede aumentar si se experimenta un sentimiento de alivio después de haber perdido a alguien que estaba sufriendo una larga y penosa enfermedad. Este sentimiento es del todo natural, muy comprensible y común.