Cuando hablamos del sueño, tenemos que tener en cuenta muchos factores que pueden influir a la hora de tener un sueño reparador. Estos factores se pueden resumir en cuatro: los horarios de sueño de la persona, factores intrínsecos (edad, patrones fisiológicos, etc.), conductas desarrolladas que facilitan o inhiben el sueño y en último lugar el ambiente. Dados todos estos factores, no hay un patrón de sueño típico para todos, para una persona pueden ser suficientes seis horas de sueño de calidad y por otra harán falta ocho o más. Unas personas serán más tolerantes a los factores ambientales como los ruidos y otras serán más sensibles.
Por lo tanto, uno de los factores para que se considere que existe un trastorno del sueño, es que haya una queja subjetiva. Sin embargo hay algunos criterios a tener en cuenta a la hora de diagnosticar un trastorno del sueño:
Hay muchos tipos de trastornos del sueño, pero en general se pueden clasificar en cuatro grupos: las disomnias (trastornos de iniciación y mantenimiento del sueño, trastornos de somnolencia excesiva y trastornos relacionados con los ritmos circadianos), las parasomnias (trastornos del despertar, trastorno de la asociación sueño-vigilia), trastornos del sueño debidos a alteraciones médicas o psiquiátricas y por último los trastornos específicos del sueño.